El presidente interino Michel Temer, en un acto con empresarios de la construcción, se comprometió a adoptar medidas para reactivar la industria, una de las más afectadas por la recesión de la economía de Brasil.
"El empleo es el primero de los derechos sociales, porque no hay nada más indigno para un ciudadano que estar desempleado", dijo Temer, anunciando que el gobierno contratará la ejecución de 40.000 nuevas viviendas populares.
En el acto participaron unos 800 empresarios del sector de la construcción civil, cuya actividad cayó un 7,6 % el año pasado y que en los últimos doce meses perdió un millón de empleos.
El presidente de la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción, José Carlos Rodrigues Martins, manifestó apoyo a las medidas de Temer para reducir el gasto público y declaró que la empresa privada solamente desea "seguridad jurídica y unas mejores regulaciones" para recuperar su actividad y suplir "a un Estado que ya no tiene capacidad de inversión".