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La escuela pública de Maricá se convierte en un laboratorio viviente de prácticas ecosostenibles.

El proyecto moviliza a más de 500 personas y ya ha reciclado una tonelada de residuos.

Escuela pública en Maricá se convierte en un laboratorio viviente de prácticas ecosostenibles (Foto: ASCOM)

El proyecto "Ambiente Circular", desarrollado por el Instituto Ideias Inovadoras Singulares (ISII) en la Escuela Municipal Antônio Rufino de Souza Filho de Maricá, Río de Janeiro, transformó la rutina escolar y comunitaria. 

La iniciativa integra educación ambiental, compostaje y prácticas de reciclaje, logrando ya una reducción de casi el 80% en los residuos enviados a vertederos, lo que demuestra el potencial de las acciones comunitarias, según el Singular Institute. 

La experiencia ecosostenible moviliza a más de 400 estudiantes y a unos 100 profesionales y gira en torno a cuatro áreas principales: compostaje de residuos orgánicos; reciclaje de materiales; reducción de residuos; y acciones educativas continuas, que buscan ampliar el compromiso colectivo y transformar los hábitos cotidianos.

“El Entorno Circular demuestra que es posible transformar prácticas y mentalidades a través de procesos integrados y colaborativos. Nuestro objetivo es consolidar una metodología que pueda replicarse en otras escuelas e instituciones públicas, promoviendo una cultura de sostenibilidad de forma continua y participativa”, afirma Mirka Gerolimich, presidenta del Instituto Singular Ideias Inovadoras.

La metodología aplicada por ISII es el resultado de un conjunto de acciones de gestión de la sostenibilidad desarrolladas en Maricá, que incluyen compras responsables, reutilización de alimentos y eliminación adecuada de residuos sólidos. 

La respuesta positiva a estas prácticas impulsó la creación del proyecto piloto, financiado con recursos propios del instituto, que hoy inspira nuevas iniciativas en otras escuelas de la región.

“En la escuela se acumulaba mucha basura. Hoy nos damos cuenta de que la cantidad de basura que generamos y que se desecha es pequeña, lo que ha contribuido a la limpieza y la organización. Los alumnos son conscientes y tienen la actitud de depositar la basura en el lugar adecuado, y esta experiencia la llevan a casa y la transforman en una fuente de ingresos. Para el próximo año, planeamos crear un jardín colgante y proyectos como la recolección de agua de lluvia, lo que hará que nuestra escuela crezca aún más en términos de conciencia ambiental, basándonos en las prácticas del Instituto Singular”, afirma la directora general, Diana Ribeiro. 

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