Haddad: Brasil entra en 2026 con su mejor resultado fiscal en cuatro años.
El ministro de Finanzas destaca los avances en las reformas, el entorno empresarial y el desempleo históricamente bajo como base para la transición económica.
247 El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, afirmó el martes (4) que Brasil atraviesa un momento de estabilidad económica y que debería concluir el mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva “en 2026, de forma pacífica”. La declaración se produjo durante la inauguración de la Cumbre Verde de Bloomberg en São Paulo.
Según el ministro, el país ha logrado "muchos avances importantes para crear un entorno empresarial favorable, y esto ya lo están notando los inversores". Citó el elevado número de subastas de infraestructuras celebradas en la bolsa B3 en los últimos años y el progreso de las reformas estructurales como factores clave en este entorno.
Según Haddad, la reforma tributaria en curso podría incrementar el Producto Interno Bruto (PIB) entre un 12% y un 20% en los próximos años. Asimismo, enfatizó que la siguiente etapa de la reforma del impuesto sobre la renta es fundamental para reducir la desigualdad: «No hay crecimiento con desigualdad».
Resultados fiscales y perspectivas de mercado
Haddad afirmó que el gobierno logrará el mejor resultado fiscal de los últimos cuatro años, incluso después de saldar las deudas heredadas de la administración anterior. El ministro señaló que el país tendrá "la inflación más baja en cuatro años, el desempleo más bajo de la historia y el mayor crecimiento desde 2020". También garantizó que no tiene intención de modificar el objetivo principal para el año. "Dicen que cambiaré el objetivo porque no lo alcanzaré a partir de 2023. O nos enfrentamos a la realidad de Brasil y remamos a favor del país, o seguiremos atrapados en discursos vacíos", declaró.
En su opinión, el debate sobre las finanzas públicas lo están liderando "los inversores, no los periódicos". Añadió: "Lo que me preocupa es el dinero que está entrando en Brasil".
Tipos de interés, producción y entorno económico.
El ministro reiteró su llamado a una reducción urgente de las tasas de interés, argumentando que el nivel actual es insostenible. "Es imposible mantener una tasa de interés real del 10% con una inflación del 4,5%. Soy alérgico a la inflación, pero hay una cuestión de razonabilidad. La dosis excesiva de la medicina puede convertirse en veneno", comparó.
Según Haddad, Brasil tiene las condiciones para crecer de forma sostenida controlando su deuda y reduciendo los costos financieros. “Podemos terminar nuestro mandato con indicadores mucho mejores. No necesitamos pagar tasas de interés tan altas; esto incluso afecta la capacidad productiva del país”. Criticó a parte del mercado financiero: “Las expectativas en Brasil se basan en gran medida en ilusiones. Veo gente que le desea el mal al país, y eso es asombroso”.
En cuanto a los objetivos fiscales, enfatizó: “Estamos decididos a hacer lo que no se ha hecho desde 2015: respetar los objetivos de superávit primario, fijar objetivos ambiciosos y cumplirlos”. Además, comentó sobre el fallo de la Corte Suprema Federal (CSF) que podría extender la aplicación de la Ley de Responsabilidad Fiscal al Poder Legislativo: “Sería una revolución si el Congreso no pudiera crear gastos sin indicar la fuente de ingresos”.
Respecto a las negociaciones políticas, declaró: “Es más fácil convencer a diez personas del equipo económico que a 513 miembros del parlamento, pero estamos avanzando con paciencia y al ritmo que lo permite la economía”.
Transición energética e inversiones verdes
En la inauguración del evento, Haddad destacó que Brasil posee “ventajas competitivas alineadas con la agenda climática”. Afirmó: “Independientemente de lo que piense Bill Gates, Brasil tiene energía limpia y barata. No tiene sentido cambiarla por energía sucia y cara”.
El ministro recordó que el país cuenta con una tradición de 40 años en biocombustibles: «Brasil tiene una tradición de 40 años en biocombustibles y no abandonaremos esta agenda». También mencionó la creación del Banco Forestal —un proyecto apoyado por el Banco Mundial— como una prioridad para la presidencia brasileña de la COP30.
“Si logramos poner en marcha este fondo, obtendremos resultados prácticos y eficientes. Preservar los bosques es bueno para todos, siempre, y a un costo muy bajo en comparación con los beneficios”, concluyó.


